La Técnica del Ciclo Virtuoso


Todos hemos oído de ciclos viciosos —cuando los comportamientos negativos parecen alimentarse los unos a los otros, repitiendo los sentimientos de avaricia, envidia, amargura, celos, culpa, juicio o cólera, como si estuvieran implantados en nuestras propias naturalezas y fuéramos incapaces de detener la cosecha de sus catastróficos efectos. El ciclo vicioso de las emociones negativas agota nuestra energía, sofoca nuestra creatividad y, si es descontrolado, nos conduce al desierto seco de la depresión, estrangulando el espíritu entre nuestro corazón y mente.

Existe además el ciclo virtuoso, que genera resultados positivos por vivir desde el corazón en todas las dimensiones de la vida de uno. La práctica cuándo-cuál-cómo es el generador impulsor del ciclo virtuoso, al aplicarse el vivir desde el corazón del individuo. Una de las características centrales de esta práctica es proporcionarle una fuente de energía, así como tú necesitarías proporcionarle a un generador impulsor su fuente cruda de energía como el viento, el agua o el sol.

Una de las fuentes de energía que apoya la práctica cuándo-cuál-cómo es la técnica del ciclo virtuoso y ésta requiere que inviertas entre 10-20 minutos de tu tiempo, tan frecuentemente como seas guiado, para realizar un simple influjo energético. Este es un ejercicio de respirar naturalmente en un estado mental y corporal tranquilo y ágil, y después repetir en voz alta las seis virtudes en el orden siguiente:

1. Agradecimiento
2. Compasión
3. Perdón
4. Humildad
5. Entendimiento
6. Valor

Al decir cada nombre permite que haga eco o que reverbere dentro de ti, como si tu estado interno consistiera de un gran cañón. Al continuar repitiendo estas palabras en el orden secuencial de agradecimiento, compasión, perdón, humildad, entendimiento y valor, considera su significado energético; siéntelos y deja que este sentimiento te llene, expandiéndose hacia cada célula de tu cuerpo. Cuanto más realices esta técnica comenzarás a ver cómo las seis virtudes del corazón se enroscan juntas, manteniéndose distintas, no obstante interconectadas como una plataforma mosaico. Energéticamente, cada palabra lleva una frecuencia que, incrementalmente, es conectada dentro de tu conciencia cuerpo-mente mientras realizas este ejercicio.

Como cualquier ciclo que se repite, hay un ímpetu del sendero que renueva el ciclo y lo mantiene, moviéndose a través de la atracción de las distracciones que todos nosotros encontramos en nuestra vida cotidiana. El ciclo virtuoso es sustentado mediante este simple ejercicio, según lo recomiendo, especialmente al principio de tu viaje en la aplicación de la práctica cuándo-cuál-cómo, para usarlo como medio de generar el ciclo virtuoso.

Al paso del tiempo, serás guiado por tu ser más íntimo para cambiar esta técnica de contemplación interna y asimilación energética a su expresión —o enviando los códigos energéticos de cada palabra al exterior. Al inicio esto generalmente toma la forma de irradiar la energía de cada palabra a los seres queridos, los amigos y la familia, espíritus guías y aquéllos con los que tienes una conexión especial. Esta expresión puede también ser dirigida a los acontecimientos y a la gente y/o animales implicados en ellos.

Para aquellos de ustedes que se han enmarañado en ciclos viciosos de desorden emocional, esta técnica es particularmente útil para salirse de las “arenas movedizas” del ciclo vicioso. Me doy cuenta, en lo referente a la técnica, que ésta parece muy simple y, por tanto, pudieras preguntar cómo puede tener un efecto profundo, pero la repetición de las palabras tiene una energía en ellas mismas, debido al significado profundo y contenido estratificado en cada palabra. Antes de que inicies la técnica lee la definición preparatoria para cada una de las seis virtudes del corazón.