El Deseo de la Cosa-Siguiente


El tercer deseo sutil es la necesidad de la cosa-siguiente. La cosa-siguiente normalmente se considera que tiene más fuerza que la cosa-presente. Los individuos desean a menudo avanzar hacia la idea siguiente, a la trayectoria espiritual siguiente, o modalidad curativa siguiente antes de que hayan alcanzado una comprensión básica de su estado interno. Ellos están experimentando en los niveles superficiales, sin respeto a los valores y los significados más profundos que existen dentro de sí mismos.

Toma por ejemplo la cuestión que tratamos: la auto-maestría emocional. Pocas personas discutirían que esa es una habilidad importante de poseer, independiente de cómo sea ésta definida en términos de sus componentes psicológicos o espirituales. Sin embargo, no es cosa fácil dominar las emociones de uno, o incluso adquirir un entendimiento razonable de su naturaleza sutil. Las emociones son muy multidimensionales y funcionan desde los niveles energéticos sutiles hasta los niveles de las relaciones prácticas, el rendimiento del trabajo y el bienestar personal. Debido a esto, las emociones son una tela compleja de intercambio de energía con quienes nos cruzamos en nuestros senderos, ya sea en persona o virtualmente a través del correo, teléfono, mensajes de texto, charla o e-mail, y esto requiere perseverancia y atención en nuestra práctica. No es suficiente interesarse superficial y periódicamente en ellas.

La necesidad por la cosa-siguiente es un deseo de pulsar el “botón de renovar” el sistema de creencias de uno. Algunas ocasiones este es un buen instinto para refrescar tus opiniones y creencias, pero algunas veces eso dispersa tu atención hacia lo superficial del propósito de vida, porque siempre te estás moviendo a la cosa-siguiente —la nueva modalidad, la nueva enseñanza, la nueva manera de vivir. El estado interno de tu vida emocional, los valores centrados en el corazón y la sabiduría intuitiva de tu corazón energético son una fuente infinita de inteligencia. Cuando avanzas a la cosasiguiente, si la cosa-siguiente no incluye vivir desde el corazón como su principio fundamental, pudieras no desarrollar tu acceso a esta fuente infinita de inteligencia que te espera dentro de ti —no en los libros, ni en el Internet, ni en un ashram, ni en una escuela, ni en un seminario ni con algún maestro instructor— sino en tu interior.

Aunque la cosa-siguiente puede ser comercializada como la verdad más poderosa que jamás ha sido dirigida a la humanidad, muy probablemente palidecerá en comparación a la sabiduría de tu propio corazón —si sabes activarla, ganar acceso a ella y expresarla. Hay miles de sistemas que prometen la iluminación espiritual, y muchos de ellos tienen valor, pero la necesidad por la cosa-siguiente tiene a menudo el involuntario efecto secundario de alejarte del mero instructor con el que más necesitas integrarte:

la inteligencia de tu corazón y la fuerza emocional y energética que contiene.

El aumento y la aceleración de la complejidad en la vida también han aumentado la complejidad de la vida espiritual de uno. Hay muchas prácticas llamadas espirituales que requieren que tú respires de formas y cadencias específicas. Otras requieren que comas una cierta combinación de alimentos y bebidas. Otras prescriben meditaciones y posturas muy detalladas. E incluso otras definen ciertos colores y frecuencias de sonido que activan tu alma.

Vivir desde el corazón no está centrado en una precisión de la técnica o en prácticas complejas del cuerpo, mente o control emocional. Es la simple práctica a cada momento de las virtudes del corazón en tus asuntos diarios. Con el tiempo, esta práctica culmina en un virtuosismo de precisión y control, pero este es el resultado natural de prácticas simples, no de programas rígidos de entrenamiento al comienzo, y esta es una importante distinción.

Cada uno de los tres deseos sutiles es un componente de una disfunción social general, construido sobre un caduco sistema de creer en la ambición del ego sobre la sabiduría de la expresión del corazón. El cambio de conciencia, profetizado durante mucho tiempo, realmente trata de esto. La sabiduría del corazón prevalecerá y se convertirá en el abanderado de la humanidad, anunciando el comienzo de un nuevo orden de coherencia y alineación con las frecuencias más altas de nuestra naturaleza y fuente divinas.