Coherencia Emocional


La música es sonido coherente donde el ritmo, la melodía, el tiempo y la armonía se unen para producir su coherencia; sin esas fuerzas imponentes, nosotros vivimos en un campo aleatorio de ruidos. De modo similar, las seis virtudes del corazón toman la energía emocional con la que todos estamos impregnados e imponen coherencia, y en esta coherencia nuestra energía emocional se transforma de ser una “radiación de ruido” a ser una fuerza curativa, dirigida y transformativa.

Imagina que estás en el océano y estás mirando una hermosa puesta de sol. La luz irradia colores llamativos de rosa, naranja y rojo, brillando en el agua turquesa. El aire por sí mismo parece contener este campo de color radiante en una danza algo suspendida, en cámara lenta. Ahora, desde una perspectiva científica, la luz es incoherente. A pesar de sus colores espectaculares, los protones de luz no están alineados, sino desplegados en toda dirección imaginable. A fin de contraste, imaginemos que esta misma luz de alguna manera fue hecha coherente como un rayo láser de luz, de modo que todas las partículas o fotones luz viajaran en la misma dirección, en idéntica longitud de onda. La luz ahora se transforma en una nueva funcionalidad, una que ahora se puede utilizar para aplicaciones quirúrgicas, o para medir la distancia entre la Tierra y la Luna con exactitud nunca-antes-imaginada— por mencionar sólo dos ejemplos.

Estos diversos aspectos de la luz son buenas metáforas para entender cómo se aplican a las emociones. Las emociones cuando son incoherentes irradian en todas direcciones, como energía, creando una impresión dentro del espacio o del campo de nuestros sentidos. Esta impresión es a veces  hermosa, como una puesta del sol resplandeciendo cuando las emociones son suaves y ligeras, y a veces está más relacionada con una tormenta furiosa, cuando hay cólera o depresión. Si nuestra energía emocional puede ser alineada en coherencia, puede ser transformada a una funcionalidad más alta como el láser y su gama va muy bien más allá de la gama de nuestros sentidos, puede verdaderamente tocar los bordes externos de nuestro mundo o ahondar profundamente en los reinos internos del alma.

La coherencia es la piedra angular de la práctica cuándo-cuál-cómo, siendo que la expresión de las seis virtudes del corazón crea coherencia y la capacidad presente de irradiar tu energía emocional a los blancos seleccionados dondequiera, y en cualquier momento. Este es el alcance del alma —al corazón, a la mente, al corazón, a la emanación— y en este ciclo, la energía emocional se convierte en el ingrediente conectivo que integra al individuo con la comunidad de la humanidad e incluso, más en general, con todas las formas de vida.

Hay una creciente comprensión de que el ser humano es parte de una vasta ecología de energía que incluye al Sol y a los planetas dentro de nuestro sistema solar, y quizá incluso más allá. Nuestro sol genera clima espacial que interactúa con el campo geomagnético de la Tierra y crea influencias profundas en nuestro clima, humor, equilibrio químico e incluso en los sentidos finamente sintonizados de nuestra intuición y capacidades psíquicas. No es arriesgado decir que el Sol —alejado 150 millones de kilómetros— influye en nuestros centros primarios del corazón y cerebro de maneras asombrosamente vigorosas.